AIM Architecture diseña una nueva tienda experiencial que despierta la curiosidad de los clientes para Harmay en Hong Kong.
Distribuida en dos plantas, la tienda está ubicada en una estrecha calle comercial de Hong Kong rodeada de tiendas y restaurantes. Una fachada revestida de acero perforado iluminados por tubos LED en forma de H nos invita a entrar desde el exterior.
En el interior, el estudio de arquitectura AIM, inspirado en los antiguos boticarios, pero centrandose en ofrecer una experiencia de compra única, nos ofrece una composición de imponentes cajones de acero inoxidable ordenados y alineados que recubren las paredes del espacio.
Una señalización cuidada invita a los clientes a explorar y curiosear entre los cajones, descubriendo los productos que esconde en el interior, agregando un efecto sorpresa a la experiencia de compra. Una sensación de orden y tranquilidad, que invita a descubrir.
En el segundo piso, AIM arquitecture se encontraron con un espacio que no necesitaba ser intervenido. Era duro y crudo, invitándote a sumergirte en la experiencia sensorial de las compras tradicionales. Aquí los contenedores de acero inoxidable están suspendidas del techo y los cristales ocultan su existencia creando una sensación de conexión e intimidad con los productos, colocándolos directamente en las manos del consumidor.
Las dos plantas se encuentran conectadas a través de las imponentes paredes de ladrillo en bruto, los techos de cemento y el pavimento continuo. El mostrador de acero inoxidable también se nutre de estas conexiones, con su pared de vidrio invita a los clientes pero una cortina otorga al elemento una privacidad lúdica, dejando solo los pies a la vista.
El nuevo espacio de Harmay en Hong Kong es un elegante contrapunto a las compras por internet. Diseñado para el consumidor curioso y comprometido y para el cliente casual que pueda entrar encontrándose un espacio inesperado donde explorar, descubrir y despertar los sentidos.
Proyecto: AIM Architecture
Cliente: Harmay
Ubicación: Hong Kong, China
Fotografía: Dirk Weiblen